lunes, agosto 28, 2006

no tengo palabras

Si bueno es el comienzo, el final es apoteósico, de órdago a la grande. por favor ved y comprobad






hay un par de entradas de este sujeto, un poco mas abajo

GUTEN MORGEN GUTEN TAG GUTEN ABEND GUTEN NATCH

Esta es la narración de los acontecimientos ocurridos durante mi último viaje al extranjero, concretamente a Germania.

Domingo

Contratados los servicios de German Wings, guié mis pasos hasta el aeropuerto de Málaga desde mi residencia en Fuengirola. Llegaría sobre las ocho y media de la mañana, con tiempo más que suficiente para encontrar todo lo referente a mi vuelo. Y a pesar de eso… me costó, pues el cartel que indicaba donde estaban los accesos que me correspondían señalaba la planta de abajo y tras media hora de idas y vueltas harto ya de tanto deambular, pregunté….el letrero estaba equivocado, los accesos estaban en la planta de arriba….

Antes de embarcar, sentí una súbita necesidad; por regla general, esta necesidad solo es satisfecha en el calor de mi hogar y excepcionalmente en aquellos sitios donde paso más de dos días (por razones obvias). Cubierta dicha necesidad, subí al avión, el cual despegó sin ningún contratiempo a la hora prevista. Mis compañeros de asiento fueron: en el extremo una germana, y a mi siniestra un español amigo de la citada germana. No hubo conversación conmigo, ellos estuvieron una hora hablando en el idioma de la fémina y luego se echaron a sobar. Para matar el tiempo, me puse a escuchar a Juan Luis Cebrian hasta que me cansé. Sobrevolamos un paisaje cambiante y lo que yo creo que eran los Alpes pero vete tú a saber.

Sobrevolando nieve: ¿los Alpes?

El aterrizaje como un guante, la verdad es que ya casi no tengo cosilla cuando cojo un vuelo y eso no está mal. Tras recoger el equipaje y esperar unos minutillos, llegó mi prima con un extraño regalo de bienvenida, por el olor y más tarde por el rastro que iba dejando adiviné sin dificultad que era una tortilla española, puesto que sin comerlo ni beberlo fui “invitado” a una barbacoa de lo más heterodoxa, vamos, de lo mas multicultural compuesta por españoles, ecuatorianos, mejicanos, brasileños, italianos y alemanes.

Comimos también de forma sui generis, barbacoa de wurst (salchichas), pollo y demás chacinas, ensalada de pasta con frutas, nachos, tortilla de patatas mucha cerveza y luego el brasilero nos deleitó con auténtica caipirinha con aguardiente de caña, lo que le costó que se quemara la mano y el antebrazo con la lima, que reacciona muy mal cuando se juntan ambos bajo el sol.

Se desarrollaba todo bajo un sol de justicia (de hecho me impresionó el calor que pasé durante todo el viaje, me esperaba un clima un poco más fresco), hasta que empezó a llover, metimos todo dentro de la casa, menos la barbacoa, allí una chica muy simpática (Isalin) me dijo que cerrara las ventana que yo era alto, lo cual me hizo mucha gracia y me dio alas para empezar a tirarle charlies, solo estaría una semana y seguramente se me haría corta, así que el tiempo era oro. Diez minutos después de empezar a llover se acabo, con lo que procedimos a realizar el proceso inverso: sacar todo al jardín nuevamente y disfrutar ahora de un pequeño y sofocante bochorno.

Mi gozo en un pozo un rato después, analizando la situación con mi prima, me informó de detalles de suma importancia, detalles como que esta chica aunque pareciera más joven que yo (le calculaba unos 24) resulta que tenía unos 34-35…..siendo este detalle de menor importancia que el que le sigue…..estaba casada con Sebastián un simpático catalán culé y presidente de la peña del Real Madrid de Stuttgart, si, según me contó él …tampoco sabe como acabo así, pero en su casa natal es un apestado je je je je .

Como consecuencia de la fiebre futbolera que inundaba las tierras teutonas hubo una mini pachanga multi-étnica-sexual (no penséis mal, ambos sexos). Después de la fiestecilla otro catalán (Euval se llamaba) nacionalista (aunque no hubo en toda la semana tiempo para debatir….lástima) nos dejó muy cerca de casa de Mavi. Sita en la Calwer strasse una muy muy céntrica calle de Stuttgart. Allí dejé la maleta que aún estaba cargando con ella. De su casa dimos un paseo por la calle más importante de la ciudad: König Strasse (o calle del rey) hasta llegar a la Schoss platz o plaza del castillo (la plaza mayor o principal de esta ciudad), donde se siguen en una pantalla gigante todos los partidos del mundial (Stuttgart era sede del mismo y allí se disputaron seis encuentros incluido el del tercer puesto: Deutchland). La primera parte la vimos entre los tiffossi donde vivimos los goles el injusto penalti y el gol de cabeza, pena y júbilo después. Entre tanto aficionado no había ninguno que tuviera pinturas de guerra para prestarnos, que coraje, entre animar a los gabachos o a Italia, parece bastante claro, más si cabe, puesto que por mis venas corre (por decir algo) un octavo de sangre genovesa. Tras una primera parte intensa en emociones, me fuí donde estaba la muchachada gabacha, mi prima tenía una amiga así, que se le va hacer. Durante la prórroga no hubo incidentes, salvo el de una francesa borracha cual cuba, que estaba a hombros de un teutón. Bueno, estuvo unos segundos, porque al poco besó el suelo e inexplicablemente no le paso nada, pero durante y después de la caída, estuvo regando con beer a todo el mundo y casi se las ve con otro francés que estaba pelín harto. Finalmente se fue y todo se quedó como estaba, triste y en silencio (recordemos que era el área francesa). Me hacia gracia que el grito de guerra gabacho era algo así como: “Alé l’bleu”, “vamos azules” cuando la indumentaria francesa era blanca y la italiana azul….

Luego vino la célebre expulsión de Zizou, descojone interior de moi por razones evidentes. Tras el partido hicimos un tour por la zona tiffossi donde nos pusimos a cantar el Azurro, la canción de los italianos je je je, curiosamente me la sabia. Alegría transalpina que duraría toda la semana que estuve (Italia junto cono Turquía y Grecia son los que mas habitantes aportan a Stuttgart) De los gabachos, solo recuerdo haber visto a dos llorar….me esperaba más, la verdad.

Entre la marea de tiffossi, fuimos dos más

De regreso a casa, buscamos una heladería y eso fue lo que cenamos. Llegué a casa muerto, mucho ruido festivo en la calle pero algo se durmió. Durante la noche me desperté varias veces, no se si por el ruido, o por las condiciones algo espartanas de mi lugar de descanso o simplemente por ese calor que no nos abandonaba, ayudaba el hecho de que esta casa no tenia ni cortinas ni persianas y el lorenzo daba mucho de día y dejaba su impronta durante la noche.

Lunes

Para comenzar el día, desayuné al más puro spanish style, leche con magdalenas y luego café para hacer dar un voltio por la no muy glamorosa Stuttgart. Salimos de la Calwer strasse, donde moro, enfilamos por el Dr. Muller, famoso sex shop y en un plis que te plas llegamos a la König strasse, que seria nuestra cruz conde (calle más importante de Córdoba). Empiezo mirar aquí, allá acullá, pregunto en la oficina de turismo etc., hasta llegar al final de dicha calle que se comunica con la Haupbahnhoff, la estación principal de trenes, cuya alta torre esta coronada por una gigantesca estrella de Mercedes, cuando iba a subir a lo alto, no pude, pregunté al primer poli que vi y me dijo que precisamente los lunes no esta abierta al publico, (empezamos bien).


Estación central: Haupbahnhoff Dr. Müller

Ante lo cual, abandono la estación y empiezo a deambular por la ciudad en el orden establecido por el mapa de los puntos de mayor interés, como el parque, la ópera playhouse, la casa de historia, etc. En el parque circundante al nuevo palacio, mientras le pedía a un simpático hombre ya mayor que me sacara una foto, estuvimos charlando unos 10-12 min. sobre diversas cosas y países, afortunadamente ni mi inglés ni el suyo era muy bueno, así que no hubo demasiados problemas. Luego nos despedimos y tan amigos. El caso de las alemanas medias es como el de las españolas, ni puta de tecnología, mas de una me hizo una foto……..y cuando las revise no había hecho ninguna….y algunos hombres el concepto de hazme una foto y que salga esto de atrás (monumento) tampoco lo dominaba, el caso es que con esto del mundial….es difícil saber quien es teutón y quien no….por cierto…el nivel medio de chicas en Stuttgart es bastante mediocre…

En Alemania me sorprendieron varias cosas; muchas veces, tienen los pedestrian crossing a tomar por culo unos de otros y la multa por pasar a tu bola donde no hay crossing o si el crossing esta colorao suele ascender a 10 lerus (yo me harté de pasar cuando me daba la gana y nunca me pasó nada), otra es que, pese a que las ciudades las tienen limpias, no es fácil encontrar papeleras y la última son las sirenas de la policía: polifónicas. Ah, casi se me olvida, si tienes ganas de mingitar, tienes que aflojar guita, en algunos sitios tienen tarifa, en otros la voluntad….raro…pero….donde fueres, haz lo que vieres, díjole Quijote a Sancho.

Seguí paseando hasta llegar a:

Stuttgart state gallery State music academy State libray El palacio de Guillermo no lo encontré Parlamento, Casa de arte, Schoss platz, Neue schoss, Casco viejo, Casa de hegel, El rasca más antiguo de Alemania, La calwer strasse donde vivo, Rotebhuz platz, Berliner platz, Bosch area




El nuevo palacio y su jardín

Cansado de tanto paseo, fui un supermercado (cosa rara, no hay ninguno por la parte centro, tienes que caminar como un enano hasta el más cercano) al Lidl, que alli no está considerado cutre, marketing según mi prima. Allí también tienen la ecología muy asimilada y tienen un curioso método para hacértela asimilar llamado pfand, ejemplo, ves una botella de agua con el precio marcado a 0.5 € cuando vas a pagar te cobran 0.15 € más de envase, por lo que si quieres que te reembolsen la plata, tienes que devolver el casco, por eso es normal que cuando la gente está en la caja, traiga enormes bolsas llenas de botellas vacías.

Martes

Tranquilito, visité Wier del Stadt, ciudad de Johannes Kepler a 40-45 min. en tren, de Stuttgart. Un poco vacía…con un interés turístico discutible, poca gente y poco que ver, aun así me pateé el pueblo de arriba abajo, me metí en el cementerio a curiosear, solo había estado en uno y bien feo, éste era bonito y poco más. En la estación, tuve algún problema con la máquina que escupe los billetes, pero unas niñas muy amables, sin decirles nada, me echaron un cable y me sacaron ellas el billete.




Pintoresca foto: Wier del Stadt Plaza principal de Wier del Stadt




Iglesia

Volví a casa después de comer, estuve un rato surfeando en Internet, más tarde estuve de tiendas y luego hubo fiesta de despedida en casa, de unos mejicanos. Esta vez había gente de Canadá, Alemania, México, Islandia, Brasil y por supuesto de la piel de toro.



Fiesta de despedida de uno de los aztecas

Salimos de copas por ahí, y me llevaron a un sitio español, llamado “El Cortijo”, donde lógicamente, nos hicimos amigos (los que no les conocíamos) de los que estaban allí (Diego y Carlos Ramos, siendo el tal Diego un calco de Bilbo Bolsón en el señor de los anillos) que nos obsequiaron con un bonito y emocionante espectáculo (puede ser que a mi se me ponga la carne de gallina con facilidad, no lo sé). Aunque el flamenco no me gusta nada….la verdad es que me lo pasé bien, sea por la compañía, sea por la atmósfera. Como todo el mundo trabajaba al día siguiente, nos recogimos sobre las 2 a.m. así que poco más en este día.





En el cortijo Ahora con Isalin en primer plano

Miércoles

Al día siguiente me levante regular….no se si fueron los dos litros de cerveza o el tequila, el caso es que como no me encontré bien, si a eso sumamos que mi régimen de comidas era bastante criminal…..(cuando “cocinaba” yo, cuando mavi me hacia algo….era un régimen de lujo) total, que estuve toda la mañana en Internet, sin hacer nada productivo.

Mavi llegó un poco tarde y tampoco se encontraba bien, a pesar de eso, tuvo la generosidad de premiarme con una estupenda comida que hizo que me recuperara en seguida y que creo que no se la agradecí lo suficiente. Terminada la comida nos quedamos los dos unas horas en el piso, hasta que se encontró mejor y fuimos al Biergarten del schoss garten, donde allí probé el flugennas, algo así como una pizza pero mas fina y ligera. Allí conocí a un simpático Sao Paulista que hablaba bien el castellano, no como el otro brasilero que no veas tu para entenderlo. También conocí a otra chica llamada Nuria, por el hombre…sospechaba que podía ser española (lo era), una española simpática y muy turgente, pero rápidamente me dieron bromuro, pues estaba a punto de casarse (que manía tiene la gente de hacerse el seppuku). Mas tarde, vino un amigo de mavi, el de la despedida, un viajero llamado Marco Polo (sic), que al final de la jornada, tuvo un detalle…cuanto menos curioso, le regaló a mi prima la barbie mejicana (…) sin comentarios.



König strasse in the middle of the night

Jueves

Hoy toca museo Daimler-Benz, historia viva de los 120 años de vida de la casa Mercedes, necesariamente hay que ir en metro y en poco tiempo llegamos a un edificio emblemático de Stuttgart, de reciente construcción y de suaves líneas metalizadas. A la entrada, nos hacen entrega del típico aparato para turistas que llegan a un monumento importante, un reproductor wireless que te explica en cada punto del recorrido, aquella información que el museo ha estimado oportuna. Siete plantas de pura historia de la automoción y llena de míticos coches que habremos visto en multitud de películas, tras una sucesión de inacabables modelos, llegamos al final, un poco hartos de tanto coche, lógicamente. A la vuelta yo, y mi inestimable sentido de la orientación, dimos una enorme vuelta por el sitio equivocado, ante lo cual tuvimos que desandar lo andado y volver por el mismo que camino que habíamos tomado al llegar. Al llegar al apeadero de metro, tome una decisión (mal aconsejado) de la que más tarde me arrepentiría y mucho. Decidí no comprar billete para volver a casa, siguiendo las indicaciones de la pícara comunidad española residente en Stuttgart. Para que hice caso, de nada sirvió que todos los días anteriores comprara los billetes y nunca me los pidieran. Pero para la única vez que no lo compro……Todo el mundo echó mano de su billete, pero yo no veía a nadie, hasta que una mal nacida y fea germana, me enseñó un carnet por lo visto aquí los controladores no tienen que ir uniformados. Total hice mi pequeño paripé de buscar el billete que sabía que no tenía (pero en mi cartera estaban todos los de los días anteriores) por si colaba. Al no encontrarlo y no tener ni papa de alemán, me extendió un formulario (una multa, vaya) que tuve que rellenar. Ella notó algo raro, claro, yo la estaba rellenando con mi dirección de España, je,je,je, total que llamo a su supervisor y para ver que hacían, yo mientras tanto me resistía a hablar en ingles, a ver si hablando otra cosa y no sabiendo inglés me dejaban pasar o me hacían bajar en la próxima estación, lo normal en estos casos….que va, lejos de hacer eso, me obligaron a bajar en la estación central y me llevaron a la comisaría de la policía federal (bundespolizei), allí…no se andaban con chiquitas, y claro, la situación ya no era exactamente a misma, además el policía que me tocó, media metro noventa me imponía más respeto la verdad. Me pidió mi I.D Card y se la di….metió mis datos en la computadora, no se si como ficha policial o para cotejarlo con la base de datos de los más buscados. Total que vino de nuevo, me devolvió mi carnet y me preguntó que si hablaba en inglés, estando ya en la Wolfsschanze (guarida del lobo) le dije que si, que un poco si (ya no tenia sentido disimular). Entonces me preguntó que si tenía dinero, le dije que sí, a lo que me replico, que si yo pagaba la multa, la compañía de trenes se olvidaba del asunto. Lógicamente yo quería zanjar ya la cuestión, así que pague, me pusieron 10 € de multa pero puedo darme por satisfecho, la multa usual son 40€.


Coches de carreras coches antiguos


Ultimo modelo de clk modelos clásicos




Museo Daimler

Aqui es donde dí con mis huesos

Ya que estaba de nuevo en la estación, aproveché para subir a la torre que no pude ver el otro día y tener una pequeña panorámica de la ciudad (La verdadera panorámica se tiene desde la torre de televisión que esta en el quinto pino, a la que no pude subir por un problema con la compañía de vuelos que me desbarataron mi ultimo día allí). De vuelta a casa, me paré a tomar un tentempié consistente en el famoso currywurst und baguette, salchicha con tomate, curry y claro está, baguette.

Vistas desde la torre de la estación König Strasse


Zona de los viñedos Estación



Schoss garten



Currywurst

A mediodía, vino a casa el novio de mi prima, un tal Flo (rián), con el que me llevé estupendamente, un tipo agradable y conversador. El muy canalla, domina el español cuasi a la perfección y sin acento, además del inglés y no se si también algo de francés. Solo por eso ya merece que se le odie, a pesar de todo, no lo hago, me cae bien.

Por la tarde, fuimos los tres, Mavi el susodicho Flo y yo al Biergarten del otro día, donde estuvimos departiendo alegremente un buen rato y donde uno de los aztecas que no suele beber se cogió una cuerna como nos temimos por su alegría al beber, su posterior desaparición y la confirmación al día siguiente. El pobre tuvo una “cruda(resaca en Méjico) de lo más aleccionadora. Los demás seguimos charlando animadamente, en mi área, estábamos Nuria la galleguiña que se emocionó al hablar de su abuelo, y el brasilero, al que de vez en cuando era capaz de entenderle algo. A la hora de recogerse, esta chica y yo tomamos el mismo camino, por lo que la acompañé hasta el metro y luego regresé a casa, donde me esperaba una suculenta cena a base de espaguetis y luego sofá.





Jarras de a liiiiiiitro

Viernes

Como es habitual en mí durante los viajes, apenas duermo, me acuesto tarde y me despierto temprano, sin encontrarme cansado, lo que me permite tener más tiempo para disfrutar, explorar y descubrir cosas nuevas en tierras remotas. Me desperté sobre las ocho, pero me levantaría sobre las nueve. Como Flo tenía que volver a Frankfurt (creo que era esa ciudad) se levantó poco más tarde y me llevó a desayunar a eso de las 10 a este típico sitio, donde me pidió un desayuno típico que típica y germanamente degusté. El desayuno era el famoso Weisswurst, o salchicha blanca, consistente en un plato con pan bretzel(pan entrelazado), entre dulce y salado, dos salchichas blancas, que había que despellejar, mostaza dulce, y lógicamente para beber….weissbeer, cerveza blanca. Como llevaba tiempo despierto, la sensación no fue mala, además tenía hambre, pero no creo que lo incluya en mi lista de desayunos, donde mi tostada con jamón es sancta sanctorum. Después de desayunar y de darle las gracias por invitarme, subí a casa, cogí algunas cosas y me fui a la Haupbahnhoff para coger un tren que me llevaría a mi nuevo destino, el sitio más bonito de cuantos pude ver allí: Tubingen (Tubingia)




Desayunando Beiswurst

Tubingen es un pueblo universitario bastante famoso en Alemania, con una población en periodo lectivo de unos 80.000 habitantes. Se encuentra a una hora de camino de Stuttgart. Es el típico pueblo de cuento, calles empedradas, un río (Neckar) que lo atraviesa, navegable, y gondolero. Cuestas empinadas, tranvías, preciosas casas de colores con tejados a dos aguas y fachadas de lo más pintorescas. Palacetes dispersos en la falda del monte, tiene castillo, aunque no sea ninguna maravilla, lo que si es preciosa es la Iglesia, por lo menos por fuera, ya que el día que llegué estaba cerrada. Jardines y parques inmensos y mucho, mucho ambiente (y muchas chicas guapas), contrasta demasiado con Stuttgart. Como ya sabéis, mi sentido de la orientación es nulo y buscando el susodicho castillo…..me salí del mapa (literalmente), del mapa turístico se comprende. Tuve que pedir ayuda para que me encauzaran de nuevo. Siguiendo mi instinto para encontrar un parque, acabé (habiendo preguntado antes a una brasileña), esta vez sin quererlo en el cementerio local….demasiados cementerios en tan poco tiempo, así que esta vez no entré. Al preguntar a una pareja por el parque, me lo indicaron, resultaron ser franceses (amables por cierto) y al preguntarme mi procedencia, me contaron que también estuvieron en Córdoba, tras un cordial intercambio de banalidades, puse proa al parque donde, recuperé fuerzas tras un breve descanso y un frugal almuerzo. Llegue el día del Sommerfestival, un evento patrocinado por la universidad, para todo el mundo, con cantantes de blues, jazz, country, puestos de comida, enormes carpas, escenarios para conciertos, todo dentro del parque. A ver si en aprenden en este país, pierdolic. Aunque este país también podía aprender a poner fuentes para beber, que no cuesta tanto, sobre todo en países como éste, donde no para de llover habitualmente, que no se van a quedar sin agua.

Tras más de 4 horas de visita, era hora de regresar a casa, donde mavi me preparó un típico plato parecido a ravioli, y que también me encantó. Como de costumbre, descansé y aprovechando el gran ancho de banda de la conexión adsl de casa, subí las fotos.





En la plaza principal







Pintoresca vista de la ciudad de Tubingen






El río Neckar Isla junto a la ciudad

Por la noche, nos tomamos at home unas copichuelas (vodka y un orujo infernal), lo que seria un mini botellón casero. En este botellón, estábamos, Nuria, una amiga suya americana, el brasileño y yo. Más tarde vino, Marco Polo, que me regaló un vaso de chupito mejicano, agradecí mucho el detalle, por lo inesperado. Luego mi prima me explico que no es que yo le cayera bien ni nada de eso, si no que el chaval tiene una mochila llena de cosas así para regalar y quedar bien, que lo tiene todo muy estudiado. Aun así, agradecí….el detalle.

Salimos de marcha en uno de los “pubs o clubs” cercanos a casa. Había buen ambiente, pero yo estaba un poco cortado a la hora de buitrear, después de seis meses sin practicar nada de ingles, estaba otra vez completamente oxidado. Mi prima entonces empezó a interpelar a chicas (que no conocía de nada) para presentármelas, pero tampoco era ese mi estilo, no se. El caso es que de las tres que me presentó…a una sola le presté atención, Julia se llamaba, pero al hablar con ella, no se creía que fuera español y me ignoro, bueno…también llevaba una tajada considerable, de hecho…estaban todas borrachísimas, lo cual era terreno abonado J. Mientras pedía en la barra se puso a mi lado una rubia que no estaba mal, Simone, que se puso hablar conmigo sin que yo le entrara y con la que estuve 10 min. hablando, lo que ella quiso, luego desapareció (iba muy ciega) y luego a la hora y pico volvimos a cruzarnos y hablar, aunque esta vez solos un par de minutos. Mientras estaba en nuestro corrillo, se nos acercó un boche enorme (Marcus) que se nos puse hablar…no sabría decir si le iba la carne o el pescado, aunque no era mal tipo.


En el club, ya contentos Con Marcus, una incógnita sexual

Tampoco recuerdo muy bien, acabé hablando con una rubia, que no me pareció nada mal, más bien todo lo contrario, Sabrina se llamaba. Era una chica encantadora con la que estuve hablando 15 – 20 min. pero que…resultó ser bisexual…me contó que tenía una novia colombiana buenísima, pero que estaba ahora en UK a lo que yo le repliqué, que eso estaba muy lejos de aquí, y que entonces no había problema, pero no hubo manera. Entonces nos hicimos unas fotos de buen rollo y luego me presentó a la amiga con la que había venido. Y cuando sopesé la posibilidad de ver si daba juego….vi que todo el mundo estaba cansado y sentado en el pub y que algunos estaban fuera preocupándose por Nuria que estaba a punto de potar.



Sabrina, la bisexual Con una amiga

Así que levé anclas, salí del pub, con las manos vacías pero contento, al final la chica no potó, y tras pasar un rato en casa, se fue y nosotros nos acostamos.

Sábado

Me levanté habiendo dormido apenas unas cuatro horas, subí las fotos de la noche anterior y mientras lo hacia me encontré con uno de los compañeros de piso, gente que nunca sabias si estaban en casa o no, hasta que los tenias delante. Era un canario bastante servicial, que me invitó a desayunar en la cafetería de debajo de casa, estuvimos charlando alrededor de una, y más o menos me contó que estaba hasta las narices de vivir allí (durante ocho años) y que tenia ganas de volver. Como no paraba de flirtear con la camarera a la que ya tenia medio en el bote, opté por terminar de realizar las compras que me faltaban, me despedí, le di las gracias y fui a por souvenirs. Dicen que solo los españoles se gastan tanto dinero en regalos para los demás durante los viajes, que los extranjeros no compran regalos a sus amigos y familiares….lo investigare, no tengo ni idea.

Por la tarde tenia pensado facturar el equipaje y visitar lo que me quedaba (la casa de té, los viñedos y la torre de la televisión), pero cuando llegué al aeropuerto, resulta que mi compañía en particular no permite facturar el equipaje un día antes, lo cual me alteró sustancialmente los planes, vaya, que me los jodió bien jodidos, pues tuve que volver a casa a dejar el equipaje, con lo que ya no pude hacer nada, y para rematar la faena, los planes para ir a Nuremberg se me fueron al garete. En ese sentido…muy mal, porque tenia muchas ganas de ver un sitio tan trascendental para la historia contemporánea como ese.

De casa fuimos a una zona que le gusta especialmente a mavi, un poco mas en las afueras de Stuttgart, estuvimos en la peña de Real Madrid, donde me contaba que iban mas culés que madridistas a ver los partidos de liga, lo cual me hizo gracia, sobre todo si recordáis lo que os conté antes de quien era el sujeto que preside dicha peña.




En la peña merengue de Stuttgart

Después de hacernos unas fotillos allí (siendo culé como soy, no me salió urticaria ni nada por estilo) volvimos sobre nuestros pasos hasta la schoss platz donde habíamos quedado con Brasil y Vigo, Brasil llegó a su hora, Vigo casi una ídem mas tarde. Íbamos a ver unos fuegos artificiales en un lugar donde se había celebrado algo, pero cuando llegamos, se habían acabado, aparte de que cobraban la entrada… ¿os creéis? Evidentemente no merecían la pena, unos fuegos artificiales que no se oyen….no pueden ser muy buenos, me da a mi que la tradición valenciana y la china tienen más cosas que decir al respecto que la alemana.







Después del mundial, la plaza del castillo quedó arrasada.

Yo estaba muerto de hambre y siguiendo el consejo de Flo, quería probar un plato de Espechle, un plato a base de queso (mi debilidad), así que fuimos al sitio mas cercano por allí……lamentablemente cuando llegamos estaba cerrado (joder, no era tan tarde), así que me quedé sin probarlo (snif). En esta situación, fuimos a un mejicano – La hacienda- cuando llegamos era la hora feliz de las zamburguesas, así que zamburguesas tomé, tres por el precio de una, os podéis imaginar como me puse.

No es nada típico, pero era lo único abierto

Durante la comida una de las comensales, de origen también charro empezó hablar y ya no hubo quien la parase, era un pura metralleta mejicana, creo que tanto habló que no se pudo terminar la comida, incluso hablaba mientras bebía, todo un prodigio.

Un rato después mi prima fue presa de una emboscada, casi le obligaron a marcarse unas sevillanas, aunque se resistió….acabó haciéndolo, y haciéndolo bien.




Mi prima marcándose unas sevillanas

De la hacienda volvimos a casa, sobre la marcha me despedí de todos ellos, que me trataron muy bien y a eso de las dos me acosté….para dormir algo, pues a las cuatro ya estaba en planta otra vez, había que terminar de empaquetar lo último, desayunar un poco y coger el taxi que previamente habíamos contratado, aunque ahora que recuerdo….como no estaba donde debía, cogimos otro y fuimos al aeropuerto, donde sin mayores problemas, facturamos, luego me costó trabajo encontrar la puerta de embarque, el aduanero me dijo que me despidiera de mi chica, y como no quería más problemas con las autoridades lo hice je je je luego pasé por rayos el equipaje de mano, me pitó el cinturón que me lo tuve que quitar y finalmente me registraron el bolso bandolera, no se para qué, se ve que según la máquina ven algo sospechoso, pues en Milán me pasó lo mismo. Tras el ya, preceptivo paso por el baño, subí al avión y regresé sin más contratiempos ni anécdotas.

Despedida de Stuttgart (aeropuerto)

PD. Como último apunte, diré que de German Wings hubo dos cosas que no me gustaron nada, la primera la comenté antes, la imposibilidad de facturar el día de antes, lo cual es un inconveniente, si tienes un horario intempestivo (cosas del low cost) y la segunda es que, aunque no es la primera vez que vuelo con compañías de bajo coste, esta si fue la primera vez que la comida y bebida a bordo te la cobran y nada barata para la porquería que es, todo un feo detalle, sabiendo que el billete no era tan barato 240 €, habiéndolo comprado tres meses antes de la fecha de vuelo….

sábado, agosto 05, 2006

GUTEN MORGEN GUTEN TAG GUTEN ABEND GUTEN NATCH

Esta es la narración de los acontecimientos ocurridos durante mi último viaje al extranjero, concretamente a Germania.

Domingo

Contratados los servicios de German Wings, guié mis pasos hasta el aeropuerto de Málaga desde mi residencia en Fuengirola. Llegaría sobre las ocho y media de la mañana, con tiempo más que suficiente para encontrar todo lo referente a mi vuelo. Y a pesar de eso… me costó, pues el cartel que indicaba donde estaban los accesos que me correspondían señalaba la planta de abajo y tras media hora de idas y vueltas harto ya de tanto deambular, pregunté….el letrero estaba equivocado, los accesos estaban en la planta de arriba….

Antes de embarcar, sentí una súbita necesidad; por regla general, esta necesidad solo es satisfecha en el calor de mi hogar y excepcionalmente en aquellos sitios donde paso más de dos días (por razones obvias). Cubierta dicha necesidad, subí al avión, el cual despegó sin ningún contratiempo a la hora prevista. Mis compañeros de asiento fueron: en el extremo una germana, y a mi siniestra un español amigo de la citada germana. No hubo conversación conmigo, ellos estuvieron una hora hablando en el idioma de la fémina y luego se echaron a sobar. Para matar el tiempo, me puse a escuchar a Juan Luis Cebrian hasta que me canse. Sobrevolamos un paisaje cambiante y lo que yo creo que eran los Alpes pero vete tú a saber.


El aterrizaje como un guante, la verdad es que ya casi no tengo cosilla cuando cojo un vuelo y eso no esta mal. Tras recoger el equipaje y esperar unos minutillos, llegó mi prima con un extraño regalo de bienvenida, por el olor y mas tarde por el rastro que iba dejando adivine sin dificultad que era una tortilla española, puesto que sin comerlo ni beberlo fui “invitado” a una barbacoa de lo más heterodoxa, vamos, de lo mas multicultural compuesta por españoles, ecuatorianos, mejicanos, brasileños, italianos y alemanes.

Comimos también de forma sui generis, barbacoa de wurst (salchichas), pollo y demás chacinas, ensalada de pasta con frutas, nachos, tortilla de patatas mucha cerveza y luego el brasilero nos deleitó con autentica caipirinha con aguardiente de caña, lo que le costó que se quemara la mano y el antebrazo con la lima, que reacciona muy mal cuando se juntan ambos bajo el sol.

Se desarrollaba todo bajo un sol de justicia (de hecho me impresionó el calor que pasé durante todo el viaje, me esperaba un clima un poco más fresco), hasta que empezó a llover, metimos todo dentro de la casa, menos la barbacoa allí una chica muy simpática (Isalin) me dijo que cerrara las ventana que yo era alto, lo cual me hizo mucha gracia y me dio alas para empezar a tirarle charlies, solo estaría una semana y seguramente se me haría corta, así que el tiempo era oro. Diez minutos después de empezar a llover se acabo, con lo que procedimos a realizar el proceso inverso: sacar todo al jardín nuevamente y disfrutar ahora de un pequeño y sofocante bochorno.

Mi gozo en un pozo un rato después, analizando la situación con mi prima, me informó de detalles de suma importancia, detalles como que esta chica aunque pareciera más joven que yo (le calculaba unos 24) resulta que tenía unos 34-35…..siendo este detalle de menor importancia que el que le sigue…..estaba casada con Sebastián un simpático catalán culé y presidente de la peña del Real Madrid de Stuttgart, si, según me contó él …tampoco sabe como acabo así, pero en su casa natal es un apestado je je je je .

Como consecuencia de la fiebre futbolera que inundaba las tierras teutonas hubo una mini pachanga multi-étnica-sexual (no penséis mal, ambos sexos). Después de la fiestecilla otro catalán (Euval se llamaba) nacionalista (aunque no hubo en toda la semana tiempo para debatir….lástima) nos dejó muy cerca de casa de Mavi. Sita en la Calwer strasse una muy muy céntrica calle del centro de Stuttgart. Allí dejé la maleta que aún estaba cargando con ella. De su casa dimos un paseo por la calle mas importante de la ciudad: König Strasse (o calle del rey) hasta llegar a la Schoss platz o plaza del castillo (la plaza mayor o principal de esta ciudad), donde se siguen en una pantalla gigante todos los partidos del mundial (Stuttgart era sede del mismo y allí se disputaron seis encuentros incluido el del tercer puesto: Deutchland). La primera parte la vimos entre los tiffossi donde vivimos los goles el injusto penalti y el gol de cabeza, pena y júbilo después. Entre tanto aficionado no había ninguno que tuviera pinturas de guerra para prestarnos, que coraje, entre animar a los gabachos o a Italia, parece bastante claro, mas si cabe, puesto que por mis venas corre (por decir algo) un octavo de sangre genovesa. Tras una primera parte intensa en emociones, me fui donde estaba la muchachada gabacha, mi prima tenía una amiga así, que se le va hacer. Durante la prórroga no hubo incidentes, salvo el de una francesa borracha cual cuba, que estaba a hombros de un teutón. Bueno, estuvo unos segundos, porque al poco besó el suelo e inexplicablemente no le paso nada, pero durante y después de la caída, estuvo regando con beer a todo el mundo y casi se las ve con otro francés que estaba pelín harto. Finalmente se fue y todo se quedo como estaba, triste y en silencio (recordemos que era el área francesa). Me hacia gracia que el grito de guerra gabacho era algo así como: “Alé l’bleu”, “vamos azules” cuando la indumentaria francesa era blanca y la italiana azul….

Luego vino la célebre expulsión de Zizou, descojone interior de moi por razones evidentes. Tras el partido hicimos un tour por la zona tiffossi donde nos pusimos a cantar el Azurro, la canción de los italianos je je je, curiosamente me la sabia. Alegría transalpina que duraría toda la semana que estuve (Italia junto cono Turquía y Grecia son los que mas habitantes aportan a Stuttgart) De los gabachos, solo recuerdo haber visto a dos llorar….me esperaba más, la verdad.

De regreso a casa, buscamos una heladería y eso fue lo que cenamos. Llegue a casa muerto, mucho ruido festivo en la calle pero algo se durmió. Durante la noche me desperté varias veces, no se si por el ruido, o por las condiciones algo espartanas de mi lugar de descanso o simplemente por ese calor que no nos abandonaba, ayudaba el hecho de que esta casa no tenia ni cortinas ni ventanas y el lorenzo daba mucho de día y dejaba su impronta durante la noche.

Lunes

Para comenzar el día, desayune al mas puro spanish style, leche con magdalenas y luego café para hacer dar un voltio por la no muy glamorosa Stuttgart. Salimos de la Calwer strasse, donde moro, enfilamos por el Dr. Muller, famoso sex shop y en un plis que te plas llegamos a la König strasse, que seria nuestra cruz conde (calle mas importante de Córdoba). Empiezo mirar aquí, allá acullá, pregunto en la oficina de turismo etc., hasta llegar al final de dicha calle que se comunica con la Haupbahnhoff, la estación principal de trenes, cuya alta torre esta coronada por una gigantesca estrella de Mercedes, cuando iba a subir a lo alto, no puedo pregunto al primer poli que veo que me dice que precisamente los lunes no esta abierta al publico, (empezamos bien). Ante lo cual, abandono la estación y empiezo a deambular por la ciudad en el orden establecido por el mapa de los puntos de mayor interés, como el parque, la opera playhouse, la casa de historia, etc. En el parque circundante al nuevo palacio, mientras le pedía a un simpático hombre ya mayor que me sacara una foto, estuvimos charlando unos 10-12 min. sobre diversas cosas y países, afortunadamente ni mi inglés ni el suyo era muy bueno, así que no hubo demasiados problemas. Luego nos despedimos y tan amigos. El caso de las alemanas medias es como el de las españolas, ni puta de tecnología, mas de una me hizo una foto……..y cuando las revise no había hecho ninguna….y algunos hombres el concepto de hazme una foto y que salga esto de atrás (monumento) tampoco lo dominaba, el caso es que con esto del mundial….es difícil saber quien es teutón y quien no….por cierto…el nivel medio de chicas en Stuttgart es bastante mediocre…

En Alemania me sorprendieron varias cosas; muchas veces, tienen los pedestrian crossing a tomar por culo unos de otros y la multa por pasar a tu bola donde no hay crossing o si el crossing esta colorao suele ascender a 10 lerus (yo me harté de pasar cuando me daba la gana y nunca me pasó nada), otra es que, pese a que las ciudades las tienen limpias, no es fácil encontrar papeleras y la última son las sirenas de la policía: polifónicas. Ah, casi se me olvida, si tienes ganas de mingitar, tienes que aflojar guita, en algunos sitios tienen tarifa, en otros la voluntad….raro…pero….donde fueres, haz lo que vieres, díjole Quijote a Sancho.

Seguí paseando hasta llegar a:

Stuttgart stare gallery State music academy State libray El palacio de Guillermo no lo encontré Parlamento, Casa de arte, Schoss platz, Neue schoss, Casco viejo, Casa de hegel, El rasca más antiguo de Alemania, La calwer strasse donde vivo, Rotebhuz platz, Berliner platz, Bosch area

Cansado de tanto paseo, fui un supermercado (cosa rara, no hay ninguno por la parte centro, tienes que caminar como un enano hasta el mas cercano) al Lidl, que alli no está considerado cutre, marketing según mi prima. Allí también tienen la ecología muy asimilada y tienen un curioso método para hacértela asimilar llamado pfand, ejemplo, ves una botella de agua con el precio marcado a 0.5 € cuando vas a pagar te cobran 0.15 € más de envase, por lo que si quieres que te reembolsen la plata, tienes que devolver el casco, por eso es normal que cuando la gente este en la caja, traiga enormes bolsas llenas de botellas vacías.

Martes

Tranquilito, visité Wier del Stadt, ciudad de Johannes Kepler a 40-45 min. en tren, de Stuttgart. Un poco vacía…con un interés turístico discutible, poca gente y poco que ver, aun así me pateé el pueblo de arriba abajo, me metí en el cementerio a curiosear, solo había estado en uno y bien feo, éste era bonito y poco más. En la estación, tuve algún problema con la máquina que escupe los billetes, pero unas niñas muy amables, sin decirles nada, me echaron un cable y me sacaron ellas el billete. Volví a casa después de comer, estuve un rato surfeando en Internet, más tarde estuve de tiendas y luego hubo fiesta de despedida en casa, de unos mejicanos. Esta vez había gente de Canadá, Alemania, México, Islandia, Brasil y por supuesto de la piel de toro.

Salimos de copas por ahí, y me llevaron a un sitio español, llamado “El Cortijo”, donde lógicamente, nos hicimos amigos (los que no les conocíamos) de los que estaban allí (Diego y Carlos Ramos, siendo el tal Diego un calco de Bilbo Bolsón en el señor de los anillos) que nos obsequiaron con un bonito y emocionante espectáculo (puede ser que a mi se me ponga la carne de gallina con facilidad, no lo sé). Aunque el flamenco no me gusta nada….la verdad es que me lo pasé bien, sea por la compañía, sea por la atmósfera. Como todo el mundo trabajaba al día siguiente, nos recogimos sobre las 2 a.m. así que poco más en este día.

Miércoles

Al día siguiente me levante regular….no se si fueron los dos litros de cerveza o el tequila, el caso es que como no me encontré bien, si a eso sumamos que mi régimen de comidas era bastante criminal…..(cuando “cocinaba” yo, cuando mavi me hacia algo….era un régimen de lujo) total, que estuve toda la mañana en Internet, sin hacer nada productivo.

Mavi llegó un poco tarde y tampoco se encontraba bien, a pesar de eso, tuvo la generosidad de premiarme con una estupenda comida que hizo que me recuperara en seguida y que creo que no se la agradecí lo suficiente. Terminada la comida nos quedamos los dos unas horas en el piso, hasta que se encontró mejor y fuimos al Biergarten del schoss garten, donde allí probé el flugennas, algo así como una pizza pero mas fina y ligera. Allí conocí a un simpático Sao paulista que hablaba bien el castellano, no como el otro brasilero que no veas tu para entenderlo. También conocí a otra chica llamada Nuria, por el hombre…sospechaba que podía ser española (lo era), una española simpática y muy turgente, pero rápidamente me dieron bromuro, pues estaba a punto de casarse (que manía tiene la gente de hacerse el seppuku). Mas tarde, vino un amigo de mavi, el de la despedida, un viajero llamado Marco Polo (sic), que al final de la jornada, tuvo un detalle…cuanto menos curioso, le regaló a mi prima la barbie mejicana (…) sin comentarios.

Jueves

Hoy toca museo Daimler-Benz, historia viva de los 120 años de vida de la casa Mercedes, necesariamente hay que ir en metro y en poco tiempo llegamos a un edificio emblemático de Stuttgart, de reciente construcción y de suaves líneas metalizadas. A la entrada, nos hacen entrega del típico aparato para turistas que llegan a un monumento importante, un reproductor wireless que te explica en cada punto del recorrido, aquella información que el museo ha estimado oportuna. Siete plantas de pura historia de la automoción y llena de míticos coches que habremos visto en multitud de películas, tras una sucesión de inacabables modelos, llegamos al final, un poco hartos de tanto coche, lógicamente. A la vuelta yo, y mi inestimable sentido de la orientación, dimos una enorme vuelta por el sitio equivocado, ante lo cual tuvimos que desandar lo andado y volver por el mismo que camino que habíamos tomado al llegar. Al llegar al apeadero de metro, tome una decisión (mal aconsejado) de la que más tarde me arrepentiría y mucho. Decidí no comprar billete para volver a casa, siguiendo las indicaciones de la pícara comunidad española residente en Stuttgart. Para que hice caso, de nada sirvió que todos los días anteriores comprara los billetes y nunca me los pidieran. Pero para la única vez que no lo compro……Todo el mundo echó mano de su billete, pero yo no veía a nadie, hasta que una mal nacida y fea germana, me enseñó un carnet por lo visto aquí los controladores no tienen que ir uniformados. Total hice mi pequeño paripé de buscar el billete que sabía que no tenía (pero en mi cartera estaban todos los de los días anteriores) por si colaba. Al no encontrarlo y no tener ni papa de alemán, me extendió un formulario (una multa, vaya) que tuve que rellenar. Ella notó algo raro, claro, yo la estaba rellenando con mi dirección de España, je,je,je, total que llamo a su supervisor y para ver que hacían, yo mientras tanto me resistía a hablar en ingles, a ver si hablando otra cosa y no sabiendo ingles me dejaban pasar o me hacían bajar en la próxima estación, lo normal en estos casos….que va, lejos de hacer eso, me obligaron a bajar en la estación central y me llevaron a la comisaría de la policía federal (bundespolizei), allí…no se andaban con chiquitas, y claro, la situación ya no era exactamente a misma, además el policía que me tocó, media metro noventa me imponía más respeto la verdad. Me pidió mi I.D Card y se la di….metió mis datos en la computadora, no se si como ficha policial o para cotejarlo con la base de datos de los más buscados. Total que vino de nuevo, me devolvió mi carnet y me pregunto que si hablaba en ingles, estando ya en la wolfchance (guarida del lobo) le dije que si, que un poco si (ya no tenia sentido disimular). Entonces me pregunto que si tenia dinero, le dije que si, a lo que me replico, que si yo pagaba la multa, la compañía de trenes se olvidaba del asunto. Lógicamente yo quería zanjar ya la cuestión, así que pague, me pusieron 10 € de multa pero puedo darme por satisfecho, la multa usual son 40€.

Ya que estaba de nuevo en la estación, aproveché para subir a la torre que no pude ver el otro día y tener una pequeña panorámica de la ciudad (La verdadera panorámica se tiene desde la torre de televisión que esta en el quinto pino, a la que no pude subir por un problema con la compañía de vuelos que me desbarataron mi ultimo día allí). De vuelta a casa, me paré a tomar un tentempié consistente en el famoso currywurst und baguette, salchicha con tomate y curry y claro está, baguette.

A mediodía, vino a casa el novio de mi prima, un tal Flo (rián), con el que me llevé estupendamente, un tipo agradable y conversador. El muy canalla, domina el español cuasi a la perfección y sin acento, además del ingles y no se si también algo de francés. Solo por eso ya merece que se le odie, a pesar de todo, no lo hago, me cae bien.

Por la tarde, fuimos los tres, Mavi el susodicho Flo y yo al Biergarten del otro día, donde estuvimos departiendo alegremente un buen rato y donde uno de los aztecas que no suele beber se cogió una cuerna como nos temimos por su alegría al beber, su posterior desaparición y la confirmación al día siguiente. El pobre tuvo una “cruda(resaca en Méjico) de lo más aleccionadora. Los demás seguimos charlando animadamente, en mi área, estábamos Nuria la galleguiña que se emocionó al hablar de su abuelo, y el brasilero, al que de vez en cuando era capaz de entenderle algo. A la hora de recogerse, ésta chica y yo tomamos el mismo camino, por lo que la acompañé hasta el metro y luego regresé a casa, donde me esperaba una suculenta cena a base de espaguetis y luego sofá.

Viernes

Como es habitual en mí durante los viajes, apenas duermo, me acuesto tarde y me despierto temprano, sin encontrarme cansado, lo que me permite tener más tiempo para disfrutar, explorar y descubrir cosas nuevas en tierras remotas. Me desperté sobre las ocho, pero me levantaría sobre las nueve. Como Flo tenía que volver a Frankfurt (creo que era esa ciudad) se levantó poco más tarde y me llevó a desayunar a eso de las 10 a este típico sitio, donde me pidió un desayuno típico que típica y germanamente degusté. El desayuno era el famoso Beiswurst, o salchicha blanca, consistente en un plato con pan bretzel, entre dulce y salado, dos salchichas blancas, que había que despellejar y mostaza dulce, y lógicamente para beber….beisbeer, cerveza blanca. Como llevaba tiempo despierto, la sensación no fue mala, además tenía hambre, pero no creo que lo incluya en mi lista de desayunos, donde mi tostada con jamón es sancta sanctorum. Después de desayunar y de darle las gracias por invitarme, subí a casa, cogí algunas cosas y me fui a la Haupbahnhoff para coger un tren que me llevaría al mi nuevo destino, el sitio más bonito de cuantos pude ver allí: Tubingen (Tubingia)

Tubingen es un pueblo universitario bastante famoso en Alemania, con una población en periodo lectivo de unos 80.000 habitantes. Se encuentra a una hora de camino de Stuttgart. Es el típico pueblo de un cuento, calles empedradas, un río (Neckar) que lo atraviesa, navegable, y gondolero. Cuestas empinadas, tranvías, preciosas casas de colores con tejados a dos aguas y fachadas de lo más pintorescas. Palacetes dispersos en la falda del monte, tiene castillo, aunque no sea ninguna maravilla, lo que si es preciosa es la Iglesia, por lo menos por fuera, ya que el día que llegué estaba cerrada. Jardines y parques inmensos y mucho, mucho ambiente (y muchas chicas guapas), contrasta demasiado con Stuttgart. Como ya sabéis, mi sentido de la orientación es nulo y buscando el susodicho castillo…..me salí del mapa (literalmente), del mapa turístico se comprende. Tuve que pedir ayuda para que me encauzaran de nuevo. Siguiendo mi instinto para encontrar un parque, acabé (habiendo preguntado antes a una brasileña), esta vez sin quererlo en el cementerio local….demasiados cementerios en tan poco tiempo, así que esta vez no entré. Al preguntar a una pareja por el parque, me lo indicaron, resultaron ser franceses (amables por cierto) y al preguntarme mi procedencia, me contaron que también estuvieron en Córdoba, tras un cordial intercambio de banalidades, puse proa al parque donde, recuperé fuerzas tras un breve descanso y un frugal almuerzo. Llegue el día del Sommerfestival, un evento patrocinado por la universidad, para todo el mundo, con cantantes de blues, jazz, country, puestos de comida, enormes carpas, escenarios para conciertos, todo dentro del parque. A ver si en aprenden en este país, pierdolic. Aunque este país también podía aprender a poner fuentes para beber, que no cuesta tanto, sobre todo en países como éste, donde no para de llover habitualmente, que no se van a quedar sin agua.

Tras más de 4 horas de visita, era hora de regresar a casa, donde mavi me preparó un típico plato parecido a ravioli, y que también me encantó. Como de costumbre, descansé y aprovechando el gran ancho de banda de la conexión adsl de casa, subí las fotos.

Por la noche, nos tomamos at home unas copichuelas (vodka y un orujo infernal), lo que seria un mini botellón casero. En este botellón, estábamos, Nuria, una amiga suya americana, el brasileño y yo. Más tarde vino, Marco Polo, que me regaló un vaso de chupito mejicano, agradecí mucho el detalle, por lo inesperado. Luego mi prima me explico que no es que yo le cayera bien ni nada de eso, si no que el chaval tiene una mochila llena de cosas así para regalar y quedar bien, que lo tiene todo muy estudiado. Aun así, agradecí….el detalle.

Salimos de marcha en uno de los “pubs o clubs” cercanos a casa. Había buen ambiente, pero yo estaba un poco cortado a la hora de buitrear, después de seis meses sin practicar nada de ingles, estaba otra vez completamente oxidado. Mi prima entonces empezó a interpelar a chicas (que no conocía de nada) para presentármelas, pero tampoco era ese mi estilo, no se. El caso es que de las tres que me presentó…a una sola le presté atención, Julia se llamaba, pero al hablar con ella, no se creía que fuera español y me ignoro, bueno…también llevaba una tajada considerable, de hecho…estaban todas borrachísimas, lo cual era terreno abonado J. Mientras pedía en la barra se puso a mi lado una rubia que no estaba mal, Simone, que se puso hablar conmigo sin que yo le entrara y con la que estuve 10 min. hablando, lo que ella quiso, luego desapareció (iba muy ciega) y luego a la hora y pico volvimos a cruzarnos y hablar, aunque esta vez solos un par de minutos. Mientras estaba en nuestro corrillo, se nos acercó un boche enorme (Marcus) que se nos puse hablar…no sabría decir si le iba la carne o el pescado, aunque no era mal tipo.

Tampoco recuerdo muy bien, acabé hablando con una rubia, que no me pareció nada mal, más bien todo lo contrario. Era una chica encantadora con la que estuve hablando 15 – 20 min. pero que…resultó ser bisexual…me contó que tenía una novia colombiana buenísima, pero que estaba ahora en UK a lo que yo le repliqué, que eso estaba muy lejos de aquí, y que entonces no había problema, pero no hubo manera. Entonces nos hicimos unas fotos de buen rollo y luego me presentó a la amiga con la que había venido. Y cuando sopesé la posibilidad de ver si daba juego….vi que todo el mundo estaba cansado y sentado en el pub y que algunos estaban fuera preocupándose por Nuria que estaba a punto de potar. Así que levé anclas, salí del pub, con las manos vacías pero contento, al final la chica no potó, y tras pasar un rato en casa, se fue y nosotros nos acostamos.

Sábado

Me levanté habiendo dormido apenas unas cuatro horas, subí las fotos de la noche anterior y mientras lo hacia me encontré con uno de los compañeros de piso, gente que nunca sabias si estaban en casa o no, hasta que los tenias delante. Era un canario bastante servicial, que me dijo que me invitó a desayunar en la cafetería de debajo de casa, estuvimos charlando alrededor de una, y mas o menos me contó que estaba hasta las narices de vivir allí (durante ocho años) y que tenia ganas de volver. Como no paraba de flirtear con la camarera a la que ya tenia medio en el bote, opté por terminar de realizar las compras que me faltaban, me despedí, le di las gracias y fui a por souvenirs. Dicen que solo los españoles se gastan tanto dinero en regalos para los demás durante los viajes, que los extranjeros no compran regalos a sus amigos y familiares….lo investigare, no tengo ni idea.

Por la tarde tenia pensado facturar el equipaje y visitar lo que me quedaba (la casa de te, los viñedos y la torre de la televisión), pero cuando llegué al aeropuerto, resulta que mi compañía en particular no permite facturar el equipaje un día antes, lo cual me alteró sustancialmente los planes, vaya, que me los jodió bien jodidos, pues tuve que volver a casa a dejar el equipaje, con lo que ya no pude hacer nada, y para rematar la faena, los planes para ir a Nuremberg se me fueron al garete. En ese sentido…muy mal, porque tenia muchas ganas de ver un sitio tan trascendental para la historia contemporánea como ese.

De casa fuimos a una zona que le gusta especialmente a mavi, un poco mas en las afueras de Stuttgart, estuvimos en la peña de Real Madrid, donde me contaba que iban mas culés que madridistas a ver los partidos de liga, lo cual me hizo gracia, sobre todo si recordáis lo que os conté antes de quien era el sujeto que preside dicha peña. Después de hacernos unas fotillos allí (siendo culé como soy, no me salió urticaria ni nada por estilo) volvimos sobre nuestros pasos hasta la schoss platz donde habíamos quedado con Brasil y Vigo, Brasil llegó a su hora, Vigo casi una ídem mas tarde. Íbamos a ver unos fuegos artificiales en un lugar donde se había celebrado algo, pero cuando llegamos, se habían acabado, aparte de que cobraban la entrada… ¿os creéis? Evidentemente no merecían la pena, unos fuegos artificiales que no se oyen….no pueden ser muy buenos, me da a mi que la tradición valenciana y la china tienen más cosas que decir al respecto que la alemana.

Yo estaba muerto de hambre y siguiendo el consejo de Flo, quería probar un plato de Espechle, un plato a base de queso (mi debilidad), así que fuimos al sitio mas cercano por allí……lamentablemente cuando llegamos estaba cerrado (joder, no era tan tarde), así que me quedé sin probarlo (snif). En esta situación, fuimos a un mejicano – La hacienda- cuando llegamos era la hora feliz de las zamburguesas, así que zamburguesas tome, tres por el precio de una, os podéis imaginar como me puse. Durante la comida una de las comensales, de origen también charro empezó hablar y ya no hubo quien la parase, era un pura metralleta mejicana, creo que tanto hablo que no se pudo terminar la comida, incluso hablaba mientras bebía, todo un prodigio.

De la hacienda volvimos a casa, sobre la marcha me despedí de todos ellos, que me trataron muy bien y a eso de las dos me acosté….para dormir algo, pues a las cuatro ya estaba en planta otra vez, había que terminar de empaquetar lo último, desayunar un poco y coger el taxi que previamente habíamos contratado, aunque ahora que recuerdo….como no estaba donde debía, cogimos otro y fuimos al aeropuerto, donde sin mayores problemas, facturamos, luego me costo trabajo encontrar la puerta de embarque, el aduanero me dijo que me despidiera de mi chica, y como no quería mas problemas con las autoridades lo hice je je je luego pase por rayos el equipaje de mano, me pitó el cinturón que me lo tuve que quitar y finalmente me registraron el bolso bandolera, no se para que, se ve que según la máquina ven algo sospechoso, pues en Milán me pasó lo mismo. Tras el ya, preceptivo paso por el baño, subí al avión y regresé sin más contratiempos ni anécdotas.

PD. Como último apunte, diré que de German Wings hubo dos cosas que no me gustaron nada, la primera la comenté antes, la imposibilidad de facturar el día de antes, lo cual es un inconveniente, si tienes un horario intempestivo (cosas del low cost) y la segunda es que, aunque no es a primera vez que vuelo con compañías de bajo coste, esta si fue la primera vez que la comida y bebida a bordo te la cobran y nada barata para la porquería que es, todo un feo detalle, sabiendo que el billete no era tan barato 240 € habiéndolo comprado tres meses antes de la fecha de vuelo….


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