Empezando en Edimburgo

Hace mucho, muchísimo tiempo que no actualizo mi blog, de hecho era poco más que un botón almacenado en «mis favoritos». Que mejor momento que éste, en el que me encuentro en tierras lejanas. El hecho de sentirme un poco solo mientras salgo adelante (luego lo explico) me ha animado a dejar las impresiones de mi día a día.

Comencemos como siempre, por el principio. Siempre he mirado con cierta envidia a la gente que se desenvuelve bien en más de un idioma, si tienes padres de diferentes nacionalidades esa suerte que tienes, pero aún así, es algo que siempre me ha dejado un poco (bastante) «offside». Entonces en mi cabeza germinó la idea de viajar por tiempo indeterminado por tierras de habla inglesa para mejorar mi mal trabajado inglés. El caso es que, es una de esas ideas que se tienen sin más y que se quedan relegadas al ostracismo. Pero hete aquí que llegado el verano de 2010, sin trabajo, sin coche ni piso que pagar, sin otras ataduras y con unos pequeños ahorrillos en el bolsillo, la idea fue tomando cuerpo. Tanto cuerpo tomó que estas líneas las escribo desde la Royal Mile de Edimburgo, también conocida como High Street. Gracias a unos trabajillos mal pagados al solano de Córdoba y a un pequeño préstamo tomé rumbo a Escocia y el día dos de Octubre me planté aquí.

La decisión de elegir Edimburgo es totalmente baladí, es un ¿y porqué no? Además se dio la circunstancia (a priori desconocida) de que una amiga mía (Gracias Pat) tenía a otra ídem allí con lo que me puse en contacto con ella por Facebook sin conocerla de nada (Ves Pat, a veces tienes tu utilidad :) hehe) y que me facilitó mucho la tarea, primero informándome de todo lo informable y mas tarde dándome cobijo los primeros días mientras encontraba alojamiento por mi cuenta. No solo se quedó en eso la cosa, además de proporcionarme cama de aire y compañía también se preocupó por mi estómago, no es que yo sea un parásito, pero que poca gente queda así. Que se preocupe por uno (además un desconocido) y no quiera nada a cambio.

El viaje transcurrió sin contratiempo alguno, saliendo del aeropuerto, cogí el bus que te lleva al centro y allí me recogió Vic, antes he de mencionar que en el bus me encontré con otro cordobés de la Avda Barcelona que ha optado por lo mismo que yo, buscarse la vida por aqui , al bajar del bus nos despedimos deseándonos buena suerte y eso fue todo....asi hice mi amazing aparición en Edimburgo. A la mañana siguiente fuimos a ver el Sunday market, un mercadillo que se organiza todos los domingos en un parking privado y a cubierto, donde la gente expone sus mercancías, de segunda mano o no. Es un mercadillo curioso, yo le eché el ojo a una taza de las mías ya sabéis, una friki-taza, pero al final no me hice con ella. Victoria empezó tímidamente y al final se fue con una mochila rebosante de cosas.

De esta city me hace gracia la vestimenta...en el mismo minuto podías ver gente casi en bañador o gente muy abrigada, deberíamos rondar los 10-15 grados y había hasta personas (chicas) descalzas y bueno las aceras también tenían a veces agua, así que un poco raro si que era. Lo otro que me extrañaba y es más bien normal que me extrañe, es hacia que lado debemos mirar cuando cruzamos para que no nos atropellen, afortunadamente hay señales en el suelo que te lo recuerdan (y menos mal que están). Otras de la cosas que llaman la atención es indudablemente el Kilt (la falda escocesa), al poco de bajarme del bus, vi pasar por lo menos a tres luciendo el traje típico, aquí es un traje de gala (si se lleva bien,claro) y bueno elegante...está por ver si lo es, pero fresquito seguro que si :) . Las calles principales (Princess Street y Royal Mile) están plagadas de tiendas donde se venden esta y otras prendas típicas a ritmo machacón de los acordes gaiteros de Braveheart, con el tiempo...satura.

Al tercer día ya me tuve que espabilar, puesto que los escoceses son muy puñeteros para ciertas cosas. ¿Que cosas? Pues lo mas «controvertido» (iba a poner otra palabra como os figuráis). Es que para encontrar trabajo tienes que demostrar que estás viviendo allí, para esto tienes que encontrar un piso y alquilarlo, pero claro hasta entonces que haces; lo que yo, te buscas un hostel o lo que te permita el bolsillo y te pones a buscar, el precio no baja de las 250 libras y la verdad, yo me vine con efectivo, pero no tanto como para pagar una semana de hostel y luego dos meses de alquiler (te obligan a dejar como fianza un mes mas). Así que me dijeron que lo suyo es abrirte una cuenta, peeeeeeeeero ya no es tan fácil, de nuevo ¿porque? Pues por que para abrirla, necesitas demostrar que estas viviendo allí con la factura de alquiler de un piso, claaaaaaaaro, así que de momento en esas me encuentro. Lo he intentado en dos Bancos, el Lloyd”s y el Santander, pero con idéntico resultado.

Mientras tanto vivo como he dicho antes en el hostel McBackapackers de la Royal Mail. De lo primero que me dí cuenta es de que mi inglés apesta y luego que mi escocés es nulo, hoy le he preguntado a tres personas diferentes donde estaba el supermercado Tesco y no me he enterado con ninguna, solo me he podido guiar por las señas, es terrible lo subnormal que se siente uno, como puedes preguntarle algo a alguien y no quedarte con nada, con nada ufff menudo bajón, en fin. Hasta hoy estuve compartiendo habitación con siete más, cinco tíos, una mofeta y una chica, la mofeta era un ser que apestaba por donde iba. Cómo el destino es muy gracioso, uno de los compañeros de habitación era el cordobés de antes, mira que hay hostels en Edimburgo y habitaciones en dicho hostel.

Dentro del hostel, la gente no es antipática, más bien lo contrario, pero como me cuesta tanto entender, apenas hablo, sólo con gente que tiene un inglés más cercano al mío, entre eso y que hay muchas parejas, pues...cuesta, pero hoy he hecho mis pinitos :) La convivencia es agradable, cada uno se hace su comida y se limpia sus cosas, por las mañana previo pago de 2 libras tenemos un desayuno, que sin ser gran cosa es ilimitado, puedes comer cuanto quieras. El único pero solo pongo al Wi-fi, es terriblemente malo.

En Escocia la gente está muy concienciada con el medio ambiente, reciclan, no malgastan agua, ni bolsas de plástico y por supuesto la ciudad es una ciudad limpísima. Como en todas partes, hay mendigos, pero si éstos se hacen cargo de algún perro vagabundo, el ayuntamiento les ayuda.

Edimburgo tiene una ciudad vieja preciosa, de las que he visto es junto con Praga la que más me ha gustado, es espectacular.

Continuará.............